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Día internacional de personas mayores 2024, con un día no basta.


1 octubre de 2024

Todos nos haremos mayores, si tenemos suerte, pero pocos somos conscientes de este hecho cuando nos encontramos en etapas previas de la vida, cuando nos vemos inmersos en las dinámicas de hiperactividad y las rutinas infinitas que nos anestesian la sensibilidad. Entonces, cuestiones esenciales nos pasan inadvertidas.

Dice la sabiduría popular que solo nos acordamos de “Santa Bárbara cuando truena” y es cierto.

A título personal puede haber excepciones, pero en términos generales, incluso una sociedad como la española, que se vanagloria de tener un cuidado especial de la familia, abandona a las personas mayores a su suerte. No podemos olvidar que, en los momentos más duros de la última crisis económica, algunas familias tenían la pensión de la “yaya” como el único ingreso mensual garantizado.

Solo cuando convivimos de cerca con personas mayores, y no siempre, tenemos una aproximación de lo que significa hacerse mayor y, esto, a menudo supone iniciar automáticamente un proceso de exclusión que conduce inevitablemente hacia la soledad y, a veces, al olvido. Es espantoso pensar que 1 de cada 5 personas mayores viven sometidas a una soledad no deseada, según el Barómetro de la soledad no deseada de Fundación ONCE del 2024.

Hagamos un ejercicio muy sencillo y observemos cuántas personas mayores vemos pasear por la calle o en del autobús (de más de 75 años, por ejemplo, que según datos del 2022 del INE representan el 7,3% de la población en las Islas Baleares). No son muchas y probablemente se debe a que tienen miedo de ir solas, quizás no las pueden acompañar o quizás las calles están llenas de baches, patinetes y obstáculos que no lo ponen fácil a quien tiene problemas de movilidad. Y subir al autobús, que nadie se escandalice, con la conducción de algunos chóferes o con las prisas que hay al subir o bajar del bus es, cuanto menos, una aventura arriesgada.

Nuestra sociedad, sobre el papel, reconoce a nuestros mayores, pero desde nuestra propia institución emitimos un informe “Edadismo y administración pública” (pág. 22), publicado en el Anuario del envejecimiento de la UIB, en el que quedaban patentes las dificultades de las personas mayores a la hora de enfrentarse a la Administración Pública. Que se lo pregunten a los abuelos y abuelas cuando se ven obligados a hacer trámites exclusivamente digitales, ellos que cuando nacieron no sabían ni qué eran los ordenadores.

Podría hablar de muchas cosas más, ejemplos y casos muy interesantes, pero, en definitiva, creo que no está de más que dediquemos un día a recordar que ellos y ellas, nuestros mayores, los que nos han acompañado hasta aquí, tienen derechos y merecen un reconocimiento y quizás necesitan de nuestra atención real y efectiva.

Si este día sirve como catalizador para despertar nuestra sensibilidad, bienvenido sea, pero con un día de celebración NO ES SUFICIENTE.

Fecha última modificación: 21 de octubre de 2024